El mercado laboral sigue su tendencia de recuperación y en septiembre creció por quinto mes consecutivo y totalizando cuatro meses con alzas de dos dígitos.

Así lo muestra la Encuesta de Empleo del INE del trimestre móvil julio- septiembre de 2019, que registra un alza de 13,3% en los ocupados, lo que equivale a 8.345.240 personas, el mayor número de trabajadores desde marzo de 2020, cuando se iniciaba la pandemia en el país.

A pesar de las constantes alzas consecutivas del empleo, aún resta por recuperar 718 mil puestos de trabajo -en su serie original-respecto a febrero de 2020, previo al inicio de la crisis del Covid-19.

Precisamente, esa es la meta que la mayoría de los candidatos presidenciales se ponen: recuperar los empleos perdidos. Para lograrlo, primero hay que analizar dónde están los empleos perdidos que se mantienen rezagados.

De acuerdo con un análisis del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales, el empleo por recuperar se divide en varias partes: lo primero es que los puestos de trabajo rezagados se concentran en la población chilena, ya que los inmigrantes están 7,5% por sobre lo que experimentaban en el período diciembre-febrero de 2019. “Este segmento mostró una mayor propensión a permanecer laboralmente activo durante toda la pandemia”, dice el director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales, Juan Bravo.

A nivel de educación, las cifras muestran que los trabajadores sin educación superior completa están 15% por debajo de los niveles prepandemia, lo que se traduce en 929.129 plazas laborales menos. En cambio, quienes poseen educación terciaria completa ya lograron superar los niveles que tenían antes de la pandemia superándolo en 7,3%. “El segmento de ocupados con educación superior completa se vio mucho menos afectado por la crisis, entre otras razones, porque es este grupo el que fundamentalmente ha tenido acceso al teletrabajo, lo que permitió proteger muchos empleos de personas con este nivel educativo”, explica Bravo.

Por rango etario, el rezago se concentra en los jóvenes entre 15 a 25 años con una merma todavía de casi 28%, (216.105); entre 25 y 54 años con una reducción de 4,1% (259.906), entre 54 y 64 años -8,5% (109.746) y entre 65 años y más con una baja de 22,6% (125.378).

Al analizar por sexo, el mayor rezago se da en mujeres no jefas de hogar con 23,4% menos de empleos que lo que tenían antes de la crisis. (581.378). En el caso de los hombres no jefes de hogar el rezago es de 15,1% (321.439).

“En términos de empleo femenino, es crucial distinguir entre las mujeres que son proveedoras principales del hogar y las que no ejercen ese rol. El rezago en materia de ocupación está entre las mujeres que no son proveedoras principales del hogar, pues el nivel de empleo está 23,4% por debajo del observado prepandemia. Por el contrario, el empleo de mujeres proveedoras es 13,5% superior al observado prepandemia. Tener claras estas diferencias es crucial para el diseño de políticas que promuevan la recuperación del empleo femenino”, enfatiza Bravo.

Por categoría ocupacional, los menores niveles de empleabilidad están en servicio doméstico con 27,8% (81.576) y asalariado privado con una disminución de 9,3% que se traduce unos 500 mil empleos menos si se compara con lo que se tenía antes de la pandemia. Y por sector económico, si observamos la situación prepandemia es clara que la rama más rezagada sigue siendo la de actividades artísticas y recreativas, que a la fecha está con un nivel de empleo 40% inferior a lo observado previo a la crisis sanitaria (51.420). La agricultura también exhibe un rezago mucho mayor al promedio, mostrando un nivel de empleo 34% inferior a la prepandemia (247.108).

¿En qué etapa estamos? Bravo responde que se está en una fase de recuperación, pero a un ritmo relativamente lento. “Al mirar las cifras, se ve un claro liderazgo del empleo por cuenta propia informal en la recuperación del empleo. Prueba de ello es que este tipo de empleo ya recuperó sus niveles prepandemia. Por el contrario, el emprendimiento formal sigue aún muy rezagado”, dice el economista, agregando que “en ese sentido, está ganando terreno un tipo de empleo con elevado grado de precariedad, lo cual empaña la buena noticia de la recuperación del empleo”.

Mauricio Tejada, académico de la Universidad Alberto Hurtado sostiene que “no hemos visto una recuperación completa del empleo, pese a observar un aumento bien sustantivo en el número de vacantes disponibles para llenar. A lo anterior se suma que la fuerza de trabajo está aún por debajo de los niveles de febrero 2020 en 720.000 personas. Entonces, todo indica que el mercado está creando vacantes, pero aún tenemos potenciales trabajadores fuera de la fuerza laboral. Mientras estos trabajadores no retornen, no debiéramos esperar una recuperación completa del empleo”.

¿Y cuándo se recupera el nivel prepandemia? Los economistas coinciden en que será bien entrado el próximo año. Bravo comenta que “al observar el ritmo al que se recupera el empleo es claro que eso no ocurrirá este año. Si no volvemos a tener una cuarentena masiva, eso se lograría durante la primera mitad de 2022″. Mientras que Tejada afirma que “todavía queda trecho por avanzar en hacer que las personas retornen al mercado laboral. La recuperación del empleo podríamos verla recién el próximo año”.

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