La sensación de incertidumbre entre los inversionistas sigue provocando ajustes en los precios de mercado. A la caída de 11,41% de la Bolsa de Santiago desde el pasado 18 de octubre, se suma el alza del dólar producto de una menor liquidez, mientras que los bancos han debido recurrir a la ventanilla del Banco Central a levantar recursos.

Según datos del instituto rector, entre el 21 y 25 de octubre, semana inmediatamente posterior al estallido social, los bancos solicitaron US$3.099 millones mediante la Facilidad Permanente de Liquidez, instrumento que permite a las entidades financieras solicitar un préstamo a una tasa de TPM+25 puntos.

La cifra requerida en dicho período equivale al 63,5% del total utilizado de 2019, año en que la suma alcanza los US$ 4.880 millones. El pasado 22 de octubre la FPL anotó su mayor monto transado histórico (2005).

En paralelo, ese día las tasas de captación de 90 días a un año saltaron desde 0,14% a 0,21%, su mayor nivel desde agosto de este año. Sin embargo, con el correr de los días está ha decaído hasta el actual 0,17%.

Para Luis Felipe Alarcón, de EuroAmerica, hay menor liquidez en pesos, lo que ha empujado los spreads del mercado monetario. Esto, a su juicio, se explica porque hay liquidaciones de depósitos bancarios por parte de fondos mutuos (FFMM) y AFP, pues la crisis social coincidió con “un llamado a cambio de fondo que obligó a las administradoras de fondos de pensiones a cerrar posiciones”.

De hecho, en el caso de las tasas de los depósitos en pesos que se transan en la bolsa, el 21 de octubre se produjo una fuerte alza desde 1,99% a 2,23% para los plazos de 1 mes, y de 2,05% a 2,26% a tres meses. Hasta hoy no han vuelto a niveles previos.

En tanto, entre el 18 de octubre y el lunes 4 de noviembre, el número de cuotas de los fondos mutuos de deuda nacional cayó 18,06%.

Desde el Banco Central comentaron que, “en el pasado, ha habido períodos en que los bancos han tomado decisiones similares, de solicitar préstamos al BCCh (incrementando el uso de la FPL) o depositar menos (reduciendo el monto de la FPD) cuando visualizan que puede haber aumentos en la demanda de dinero de parte del público, ya sea por razones estacionales, como típicamente ocurre en septiembre o diciembre por las fiestas de fin de año; o por situaciones especiales, como terremotos u otros eventos como los que están sucediendo hoy en el país”.

Con todo, la situación empieza a normalizarse, pues el pasado martes 5 los bancos no requirieron del FPL, y, de hecho, entre el 4 y 5 de este mes las entidades financieras han votado liquidez a través de la Facilidad Permanente de Depósito, mediante la cual han depositado en el central US$7.135,9 millones.

¿Inyección de dólares?

En paralelo, el dólar acumula un alza de $29,5 hasta los $741,3. De hecho, según Alarcón, “hay mucha demanda spot de la divisa”, pues “es considerada un activo seguro que generalmente se aprecia en coyunturas donde reina la incertidumbre”.

Así, el spread on shore aumentó para los distintos plazos (tasa del dólar implícita en operaciones forward USD/CLP menos USD líbor), indicando una menor liquidez interna en dicha moneda.

Por su parte, el economista Aldo Lema,señala que “se ha observado un leve aumento en los spreads en dólares, marginal en los soberanos más largos (10 puntos básicos) y algo más significativo en el financiamiento de corto plazo, como ha ocurrido en otras oportunidades en el último tiempo, por turbulencias externas o internas”.

“Si bien los factores externos se han movido en dirección de una apreciación del peso, los internos han ido en sentido contrario por la desaceleración esperada en la actividad, en tanto las tasas de interés y liquidez en pesos”, sostiene

En un informe enviado hoy, Scotiabank señaló dicha tasa a 6 meses ha aumentado desde 0,57% el 18 de octubre a 1,16% el 4 de noviembre pasado. “Los niveles más altos de este spread llegaron a 1,34%, y se alcanzaron el 14 de diciembre del 2017 en medio de la segunda vuelta presidencial. En ese momento, el BC implementó medidas extraordinarias para flexibilizar la liquidez en moneda extranjera: compra swap por hasta US$500 millones a plazos de 30 días, complementadas con operaciones REPO”, dijo la entidad.

“Consideramos que de mantenerse estos niveles de spreads a plazos de 6 meses y más, el BC tendría que entregar facilidades para la gestión de liquidez de muy similares características a las implementadas en diciembre 2017, pero esta vez, con foco en plazos algo superiores a 30 días, y con una validez también mayor a cuatro semanas. De esta manera, también se favorece el normal proceso de cobertura de empresas e institucionales”, dice el informe.

Artículo de Maximiliano Villena

Fuente: La Tercera

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