Sabemos que el covid-19 tuvo un impacto en todos los niveles: personal, social, político y económico. Modificó la forma de relacionarnos, limitó el consumo y las inversiones, además de transformar el mundo del empleo, entre ello, los hábitos de descanso de los chilenos. De acuerdo a cifras de Randstad, las solicitudes de vacaciones cayeron 36% entre diciembre de 2020 y febrero de 2021 versus el mismo periodo del año anterior.

Según la multinacional, también cambió la cantidad de días requeridos para hacer uso del feriado legal, puesto que, si antes de la pandemia lo habitual era pedir 10 o incluso 15 días, ahora han sido más frecuentes las peticiones por 5 días, lo que ha provocado cierta preocupación entre los expertos por el cuidado de la salud mental de los trabajadores tras 12 meses de lidiar con un contexto que ha generado estrés, preocupaciones de diversa índole y agotamiento.

Al mismo tiempo, esto ha llevado a que las empresas se pregunten si es necesario implementar políticas que fomentan una pausa entre sus colaboradores a lo largo del año.

Al respecto, Francisco Torres, director de staffing & outsourcing de Randstad, explica que “en el verano las compañías incrementan sus requerimientos de personal temporal y, como el mercado laboral ha estado complejo, muchos optaron por aprovechar este peak, permaneciendo empleados durante una época que genera más ingresos que otras temporadas del año.

Asimismo, hay quienes prefieren seguir con sus funciones si no van a poder salir del país, de la ciudad o, incluso, de su propia casa, considerando la poca certeza que existe sobre el avance y el retroceso de las fases en las distintas comunas del país. No obstante, más allá de eso, es fundamental que las personas se tomen el tiempo hacer una pausa, evitando con esto también futuras complicaciones como licencias médicas por estrés o agotamiento”. Lee cómo el absentismo y el presentismo afectan la productividad.

El ejecutivo agrega que no es saludable permanecer sin descanso por un periodo muy prolongado, por lo que algunas organizaciones ya han implementado planes para impulsar el uso de las vacaciones de manera individual, más aun tomando en cuenta que 69% de las firmas considera que hoy en día tener políticas de trabajo flexible y equilibrio vida laboral-personal es fundamental, sobre todo si se trata de atraer talento en un escenario como el actual.

En esta línea, el experto comenta que “se han establecido algunos incentivos, como otorgar un bono por tomar 10 o más días de descanso, entregar recompensas no monetarias, como adicionar un par de días a las vacaciones legales correspondientes, o regalar una ‘experiencia’ a quienes hagan uso de éstas”.

De igual forma, Torres agrega que hay que tener presente que este tema es bastante subjetivo, ya que depende de lo que cada uno busque y del concepto que tenga asociado a vacacionar. “Si para alguien es sinónimo de viajar o de aprovechar el tiempo realizando actividades que generalmente no tienen cabida en su agenda; hacer uso del feriado legal en este instante no será una opción viable. En este caso, es recomendable que desde los departamentos de RR.HH. se implementen planes que apunten a resguardar la salud física y mental de los colaboradores mientras trabajan”, aconseja.

Por último, el directivo enfatiza en que “a pesar de todas las iniciativas que puedan surgir en pro de las personas, no hay que perder de vista que en ningún caso se les puede obligar a hacer uso de sus vacaciones y que siempre se requiere mutuo acuerdo entre las partes. Acá lo fundamental es que exista una relación de confianza y transparencia”, concluye

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