Faltan trabajadores. Temor a contagios, falta de información sobre efectos en los beneficios estatales, menor llegada de inmigrantes temporales y búsqueda de mayor flexibilidad se cuentan entre las razones que desde distintos rubros se dan para explicar la escasez de mano de obra.

 

Esta situación atípica se ha registrado durante todo 2021, a pesar de que las vacantes de empleo siguen aumentando y llegaron a un peak en julio.

El Índice de Avisos Laborales en Internet, realizado por el Banco Central, llegó en julio a 101,7 puntos (en un índice de base 100 en 2015), su mayor nivel en 6 años, un 10,4% más alto que el mes previo y más de tres veces el nivel registrado en julio del año pasado. Este indicador, en general, da cuenta de un comportamiento similar a lo que pasa con los datos de empleo asalariado de la Encuesta de Empleo del INE, aunque con un rezago, que puede ser típicamente mayor a un mes, debido al tiempo que demoran las plazas en ser llenadas.

De acuerdo con datos de la empresa tecnológica de recursos humanos LabLab, las mayores alzas en las nuevas vacantes se registran en turismo (43%), telecomunicaciones (26%) y agricultura (20%).

Esta mayor demanda por trabajadores es una buena noticia, en un contexto en el que el mercado laboral aún no recupera cerca de 1 millón de empleos perdidos por la pandemia, a pesar de que el nivel del PIB ya superó esa marca.

Sin embargo, aún hay muchas empresas en distintos rubros que no logran llenar los puestos de trabajo que tienen disponibles y justamente el sector agrícola es uno de los más aproblemados.

Desde la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) destacan que según datos del INE, en el último trimestre móvil (abril-mayo-junio) el sector registró 156 mil ocupados menos que en el mismo trimestre móvil de 2019 (último año normal), lo que “se explica principalmente por una menor disponibilidad de trabajadores. En este contexto, la mano de obra se ha encarecido y de paso ha generado presión por la informalidad en la contratación”.

“Nos hemos reunido con las autoridades y les hemos dado a conocer esta situación que puede ser crítica y nos puede hacer perder buena parte de las cosechas con el consiguiente daño no solo para los agricultores, sino que para el país. En este sentido, valoramos las iniciativas que está trabajando el gobierno para buscar solución al problema como el IFE laboral, puesto en marcha esta semana”, señala Cristián Allendes, titular del gremio agrícola.

Otro sector que ha tenido problemas para llenar las vacantes es la Construcción, según comentan empresas.

Desde la Cámara Chilena de la Construcción, su vicepresidente, Carlos Zeppelin, indica que “según lo reportado por nuestros socios, se ha notado una dificultad para llenar algunas vacantes. Una encuesta que realizamos junto al Sence, detectó que en los últimos 6 meses el 58% de las obras manifestaron dificultad para llenar vacantes”.

Dentro de estas obras, las medianas y grandes son las que tienen más dificultades para llenar vacantes con el 86,4% y el 86,3%, respectivamente. Sin embargo, en la medición de mayo-junio 2021 se suman a este grupo las empresas pequeñas (88%) e incluso las micro (63%).

También en el comercio han visto dificultades. Desde la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) puntualizan que “los desincentivos al trabajo que ha generado la disponibilidad de recursos extraordinarios no laborales en los hogares” ha hecho que “efectivamente sea más complejo llenar vacantes en diversas áreas de la operación”.

Otro ejemplo de este escenario de escasez lo pone Víctor Catán, empresario agrícola de uva de mesa del Valle del Aconcagua, quien afirma que durante todo 2021 ha habido problemas para llenar los cupos, en toda la cadena de producción. El empresario dice que en su firma han subido los salarios en promedio entre el 20%y el 30% para atraer a más personas, pero aun así ha sido un desafío. “En otros cultivos se han aumentado los salarios cerca del 50%”, sostiene. Asimismo, dice que es difícil traspasar ese mayor costo a precios finales a consumidores, porque hay una fuerte competencia con otros países. Sin embargo, en algunos productos, como las hortalizas sí habrá un traspaso importante, “tanto por la mano de obra como por el tema del recurso hídrico”.

El empresario dice que una de las razones que ha visto para la baja disponibilidad de personas, es que hay temor de perder los beneficios estatales si consiguen un empleo formal.

“Quería contratar a un extrabajador, y ¿ sabes qué me dijo? Llámame después de septiembre, cuando se acaben los beneficios”, señala un empresario manufacturero en el Informe de Percepción de Negocios del Banco Central de este mes.

Es así como cerca de la mitad de las empresas encuestadas por el instituto emisor dijo que ha estado en búsqueda de personal durante este año. De ellas, el 80% relata dificultades para cubrir las vacantes y solo el 30% finalmente logró contratar a alguien con las competencias que buscaba y en las condiciones inicialmente ofertadas. El resto, señala que debió contratar a alguien de un perfil distinto al buscado o definitivamente no logró cubrir la vacante.

Eso también lo han detectado desde el Ministerio del Trabajo, que está haciendo una campaña para informar que los bonos y otros beneficios por la pandemia no se pierden al conseguir un trabajo. “No se pierden los subsidios por tener un trabajo formal. Nada se pierde. Un trabajador con contrato puede seguir recibiendo el Ingreso Familiar de Emergencia. También puede mantener el Subsidio Único Familiar u otros beneficios como el subsidio al Ingreso Mínimo Garantizado. Nada obstruye la obtención de un contrato. Los subsidios son plenamente compatibles con tener un contrato de trabajo”, destaca el titular de la cartera, Patricio Melero.

En el agro también están pidiendo al gobierno una solución para flexibilizar la entrada de trabajadores extranjeros temporales, que tradicionalmente vienen al país a las temporadas de cosecha, pero que por la pandemia y las restricciones fronterizas no han podido llegar.

El director de la Bolsa Nacional de Empleos (BNE), Cristián Duarte, destaca que el nuevo IFE laboral podría ayudar a incentivar a más personas a volver al mercado laboral. “El empleo es la única forma que uno tenga una vida tranquila en el mediano y largo plazo, porque las ayudas se van a acabar”, señala.

Las cifras de la BNE muestran que a julio las vacantes disponibles en su portal de empleo aumentaron en torno al 15% en relación a las recibidas en junio, en línea con la mayor apertura de la economía, que dejó atrás las cuarentenas. Sin embargo, el número de postulantes cayó un 2,2% en el mismo período, aumentando la diferencia entre las ofertas de empleo y la demanda.

De acuerdo con datos de Trabajando.com, actualmente la participación de los postulantes a puestos de trabajo en su plataforma ha aumentado entre quienes tienen mayores años de escolaridad. Así, de los que postulan, el 70% tienen un grado universitario o superior, casi 10 puntos porcentuales más que en 2019 (antes de la pandemia), mientras disminuyen los que tienen grados técnicos o educación media. Por edad, se ve una caída del 16% al 8% en los mayores de 51 años que buscan empleo.

En la misma línea, el sondeo del BC dice que la dificultad para contratar personas sin educación superior sobrepasa el 60% de los casos.

Desconfinamiento y sueldos

El director del Observatorio del Contexto Económico de la UDP, Juan Bravo, señala que el fuerte aumento de las ofertas de empleos “se debe a que la actividad ha ganado dinamismo en el corto plazo. En muchos casos se están volviendo a reanudar operaciones y en otros se están iniciando, especialmente al considerar que ya a partir de julio se han levantado ampliamente las restricciones a la movilidad. Esto es importante, ya que es un indicador que nos muestra que la demanda por empleo está aumentando, lo que es un requisito para reanudar el proceso de recuperación de empleos que se vio frenado durante la segunda ronda de cuarentenas masivas que duró hasta junio”.

El experto dice que a partir de ahora, sin las restricciones, debería haber un aumento en la participación laboral.

Otro punto muy relevante es la evolución de los salarios. Según el INE, las remuneraciones han venido creciendo en promedio en torno a 1,6%sobre la inflación durante este año, con fuertes aumentos reales en Transporte (6,2%), Comunicaciones (5,9%) Construcción (4,7%) y Comercio (3,0%).

Sin embargo, otras encuestas más acotadas muestran algunas diferencias por cargos. Desde la consultora de RR.HH. Randstad señalan que hicieron un análisis de todo el primer semestre “y observamos una baja del 6,2% versus 2020, al menos en los cargos no gerenciales”.

Ese sondeo, además, muestra que aunque existe una reducción en el número de personas que recibe un sueldo inferior a $ 400 mil en relación a 2020 (-0,7%); y un crecimiento en el porcentaje de trabajadores con rentas en los rangos intermedios, siendo el de $ 400 a $ 500 mil el de mayor crecimiento (+1,6%); también se ve un descenso de colaboradores que tienen remuneraciones por sobre $ 1 millón (-3,3%).

Desde la consultora indican que las firmas se están enfocando en otros temas, como la flexibilidad para trabajar, ya que muchos postulantes buscan opciones que les permitan teletrabajar permanentemente o en modo híbrido. Esto está siendo más atractivo que las tradicionales ofertas 100% en oficinas.

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