A casi dos meses de la entrada en vigencia de la Reforma Laboral, aún hay más dudas que certezas sobre el impacto final que la nueva legislación tendrá en las negociaciones colectivas en Chile.
En este contexto, el abogado de Morales y Besa y ex subsecretario del Trabajo, Fernando Arab, y su colega de BAZDLA Piper, Luis Parada, evaluarán mañana los primeros días de vigencia de la legislación, en el seminario “Radiografía Laboral” a realizarse en Miguel Claro 337, Providencia, Sede Educación Continua, organizado por la Fundación Carlos Vial Espantoso y DUOC UC, entidad que tiene como misión promover las buenas relaciones laborales al interior de las firmas.
Los expertos coinciden en que aún no hay suficientes casos para las empresas le tomen el peso al cambio legal.
“Necesitamos ver más procesos de negociación colectiva bajo la actual ley y ver paralizaciones en empresas que antes no paralizaban para que el empresariado vaya despertando”, indica Parada
Por su parte, Arab afirma que “la reforma aún está en marcha blanca en el sentido de que la mayor parte de las empresas que pueden tener procesos de negociación relevante están en el proceso de calificación de servicios mínimos”.
¿Cómo han visto las demoras en la Dirección del Trabajo (DT) para estas calificaciones de servicios mínimos?
A “Efectivamente la DT está sobrepasada pero los tiempos de respuestas han sido bastante claros, ha cumplido con el mandato dentro de lo razonable, hay que reconocerle ahí un mérito de la DT”
P “Es propio del proceso en el que estamos en que no se han desarrollado o calificado suficientes servicios mínimos para tener estándares de industria ya fijados, cosa que sí es un problema, porque cada empresa tiene que empezar desde cero. Las empresas están un poco huérfanas en ese punto”.
A “La DT ha cumplido también porque mientras no estén calificados los servicios mínimos las negociaciones colectivas no se pueden realizar, entonces siente una responsabilidad frente a los distintos actores de la relación laboral. Ahora, si bien ha cumplido en eso podemos tener ciertos matices si creemos que se ha otorgado todo lo que debiera otorgarse o no, y ahí podemos tener algunos temas importantes.
¿Cómo han visto la relación al interior de las empresas tras la entrada en vigencia de la reforma?
P “Hemos tenido experiencia en ambos polos: sindicatos muy razonables en los cuales no ha costado nada llegar a acuerdos, pero también otras situaciones más controvertidas, porque como no tenemos estándares de la industria, es bastante opinable finalmente qué es lo que es y qué no un servicio mínimo y los sindicatos lo que buscan es tratar de potenciar su poder de paralización o de potencial paralización. No es una situación especialmente amigable”.
A “Es un tema de confianzas mutuas. Si los sindicatos ven que la empresa efectivamente está proponiendo lo mínimo, éste se va a mostrar receptivo a acordar algo. Las empresas siguen con el chip y con el set mental de la negociación colectiva con reemplazo en huelga, con extensión de beneficios, de manera unilateral. Eso fue lo que funcionó durante 40 años en Chile y ahora, nos guste o no, cambió de un día para otro, entonces la verdad es que las empresas tienen que ponerse al día con las relaciones laborales, y eso pasa por ejemplo con empoderar a los recursos humanos”.
Arab agrega que “las relaciones laborales tienen que cambiar. La reforma impone un marco colaborativo entre los distintos actores, en que empleador, sindicato y trabajadores se miren como parte de una misma organización, que busca el bien de todos, y eso solo lo va a hacer en un marco de relaciones colaborativas y armoniosas.
Mientras, Parada afirma que “la negociación de la feria se acabó. Creemos que es un error proponer como servicio mínimo lo que no es servicio mínimo porque la primera conversación ya se entraba”.
Artículo de Rodrigo Cárdenas
Fuente: Pulso