El año 2018 marcó un récord histórico de venta de vehículos nuevos en Chile. Se comercializaron 417.038 unidades, según los datos entregados por la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC), lo que representó un crecimiento de 15,6% con respecto al año anterior. El buen desempeño de la economía, la variada oferta crediticia para este tipo de productos y las estrategias comerciales de las marcas presentes en el país explicarían el fenómeno, según el gremio automotor.
La explosiva actividad que muestra el mercado automotor en nuestro país tiene efectos colaterales en otros aspectos. Uno de ellos es la mayor recaudación fiscal. De acuerdo a datos entregados a “El Mercurio” por la Tesorería General de la República (TGR), la recaudación por el impuesto verde que afecta a los vehículos nuevos pasó de poco más de $64.320 millones (unos US$ 100 millones) en 2017 a $69.884 millones (en torno a US$ 109 millones) en 2018. Esto representa un alza de 8,5%.
“El aumento de la recaudación por concepto de impuesto verde no solo confirma el gran dinamismo del mercado automotor chileno, sino que además le entrega validez a este tipo de tributos, asociado a lo que cada ciudadano contamina, lo que redunda en una mayor recaudación fiscal”, manifiesta la tesorera general de la República, Ximena Hernández.
El impuesto verde que afecta a las emisiones de contaminantes por parte de las fuentes móviles fue creado en virtud de la reforma tributaria aprobada en 2014. Para su cálculo se consideran tres factores: la emisión de óxido de nitrógeno (NOx), los niveles de rendimiento urbano y su precio de venta a público. A todos los vehículos motorizados nuevos, livianos y medianos, les corresponde el pago ante la TGR, previo a la inscripción del automóvil en el Registro de Vehículos Motorizados, a cargo del Registro Civil. Sin embargo, los propietarios de vehículos destinados al trabajo, como camiones, camionetas y furgones, están exentos del pago. Por su parte, los taxistas pueden solicitar a la TGR la devolución del gravamen.
La inscripción del vehículo nuevo ante el Registro Civil requiere la acreditación del pago del impuesto verde ante la TGR. Sin embargo, desde esta institución reconocen que el procedimiento lo están realizando de manera directa las concesionarias, como parte de sus servicios, al momento de concretar la venta del vehículo
El año pasado, de los 404.164 vehículos, el 21,5% (87.049) estuvo exento de pago. La mayoría corresponde a automóviles con motores diésel. En tanto, el 78,5% restante (317.115) debió pagar el tributo. Entre los que estuvieron afectos al pago, poco más de 258 mil correspondieron a vehículos con motores a gasolina (ver infografía).
Al revisar el monto de impuesto dependiendo del tipo de combustible, la Tesorería revela que el pago promedio de los vehículos diésel correspondió a $751 mil. En cambio, los autos con motores a gasolina pagaron, en promedio, un gravamen de $151 mil.
El documento de la Tesorería al año pasado revela además que los taxistas que solicitaron la devolución del impuesto aumentaron de 7.041 en 2017 a 7.255 el año pasado. En término de montos de devolución, hubo un incremento de 36%, pasando de $1.881 millones a $2.560 millones.
Aston Martin Vanquish con el impuesto más caro, Chery IQ con el más bajo
El listado de los vehículos que pagaron el impuesto verde más caro estuvo liderado por modelos de marcas de lujo como Aston Martin Vaquish, Ferrari 812 Superfast y Porsche 911 GT2 RS, con un monto de $13 millones, $9 millones y $7,5 millones, respectivamente. En el top ten de impuestos más caros aparecen además automóviles de las marcas Land Rover y McLaren.
En la vereda contraria, los citycars Chery New IQ ($34.829), Changan CV1 ($37.443) y Suzuki Swift ($39.496) fueron los vehículos que pagaron el gravamen más bajo. Otra de las marcas que aparecen son Toyota con su modelo Aygo, Kia Morning y Baic UP (ver infografía).
Artículo de Carlos Agurto L.
Fuente: Economía y Negocios