De acuerdo al estudio Workmonitor de la consultora de RR.HH. Randstad, la rotación laboral en Chile alcanzó 24,9% durante el segundo trimestre de 2019, lo que refleja un alza de 6,4 puntos porcentuales (pp) en un año, cuando el número de trabajadores que afirmó haber cambiado de empleo en el último semestre llegó a 18,5%.

Este incremento fue impulsado principalmente por la alta movilidad de jóvenes entre 18 y 24 años, que es de un 44,3%, 10 pp más que el mismo quarter de 2018 (34%), seguidos por los de 25 a 34 (25,7%); y luego por los empleados de 35 a 44 años (20%); mientras que los que menos se cambiaron de compañía fueron los profesionales del rango etario correspondiente a 45 a 54 años, con 16,5%; y los de 55-67 años, con 15,2%.

Natalia Zúñiga, directora de marketing y comunicaciones de Randstad, señala que a pesar de que en todas las edades se presentó una cifra relativamente elevada en este indicador, últimamente se ha ratificado la idea de que las generaciones jóvenes se cambian más de empleador a lo largo de su vida profesional, debido a que hemos comprobado que la curva es cada vez más marcada en este sentido.

Según la visión de la ejecutiva, “es una tendencia que posiblemente se agudizará considerando la reciente ley para jóvenes universitarios aprobada por el gobierno, la cual comienza a regir en septiembre y tiene por objetivo bajar la alta tasa de desempleo juvenil, que está por encima del 20%, además de proteger a los estudiantes de entre 18 y 24 años insertos en el mundo del trabajo, ya sea para pagar su carrera o para contar con ingresos propios con el fin de conseguir mayor independencia”.

Esta nueva normativa incorpora varias modificaciones, entre ellas que las horas trabajadas no pueden superar las 10 horas diarias y que las remuneraciones no se consideren para determinar la condición socioeconómica del trabajador estudiante o la de su grupo familiar, “escenario que evidentemente incrementará la masa laboral juvenil y dará mayor flexibilidad y dinamismo al mercado”, sostiene.

De todas formas, la experta en RR.HH. acota que “es natural que los jóvenes se muevan más, ya que se encuentran en una etapa en la que buscan desafíos y no tienen grandes responsabilidades económicas, por lo tanto, están mirando constantemente nuevas alternativas en las que puedan conseguir un desarrollo más acelerado o realizar labores que para ellos sean más gratificantes, incluso muchas veces sin considerar la renta, sobre todo tomando en cuenta que existe un porcentaje importante que, cercano a los 30, todavía vive con sus padres”.

Así, las compañías deben conocer a su público interno, con el objetivo de brindarle los mejores beneficios de acuerdo a su composición, características y necesidades, no solo en cuanto a rango etario, sino que también referente a género, nacionalidad, y/o tipo de discapacidad, entre otros.

Y es que hoy en día no solo el salario es clave, sino que también el clima laboral o la búsque de propósito. De hecho, dice Zúñiga, según la misma investigación el principal gatillador de cambio en Chile es mejorar las actuales condiciones de trabajo, con 41% de las preferencias. Ademas, se están abriendo vacantes en base a la generación de nuevos negocios, pero también a que hay un esfuerzo de las compañías por retener talento y evitar perder profesionales valiosos para que la organización avance al siguiente nivel de la mano de los mejores, independientemente de la edad que tengan.

Sube la confianza en encontrar un nuevo empleo

De acuerdo al estudio, el índice de movilidad laboral en Chile, que mide la confianza de los profesionales en encontrar un empleo similar o diferente durante los próximos 6 meses, alcanzó 123 puntos en el segundo trimestre de 2019, 2 pts. menos que el periodo inmediatamente anterior y 5 más que hace un año. Con esto, Chile ocupa la posición número 4 entre 34 naciones en el ranking de mayor confianza en las oportunidades laborales que se presentarán durante el próximo semestre, empatado con Brasil, por arriba de México (122 pts.) y por debajo de Hong Kong (126 pts.).

Esto demuestra que a pesar de la desaceleración del mercado laboral, con cifras de desempleo que no bajan del 7% y proyecciones de crecimiento por debajo de 3%, los chilenos esperan que la economía se reactive en el corto plazo, puesto que este índice habla de las expectativas de mejora que tienen los trabajadores, teniendo como base la situación actual.

Un ejemplo claro es Argentina, que en el segundo trimestre del año alcanzó 121 pts. en este indicador, 1 pts. más que el periodo inmediatamente anterior y bastante cercano a las cifras nacionales; no obstante la inflación en el país vecino acumuló un avance de 22,4% durante el primer semestre de 2019, con un incremento interanual de 55,8%; y que el lunes pasado el Fondo Monetario Internacional bajó las estimaciones de crecimiento económico a 1,3%. El desempleo llegó a 10,1% entre enero y marzo, el valor más alto en 13 años; mientras que, según el Indec, la pobreza ascendió al 34,1%; un aumento de 3.600.000 nuevos pobres en 12 meses”, finaliza.

Fuente: Randstad Chile

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