Un cambio en la composición de los billetes que circulan en el país se ha producido en los últimos años. De los 936 millones de billetes que circulan hoy en Chile, el 58,1% de la participación lo tienen los de $10.000 (37,29%) y el de $20.000 (20,86%).

En tanto, el billete de $1.000 sigue liderando su participación sobre el total, puesto que representa el 29,49%. En menor medida se sitúa el billete de $5.000 con 7,2% del total y el de $2.000 con 4,15%.

Ahora bien, si se analiza la evolución, los datos muestran que desde 2012 al segundo trimestre de 2017, la mayor alza la tiene el billete de $20.000 que pasó de tener en circulación 90 millones a 195 millones, es decir, su presencia creció un 116,6%. De esta manera, se transformó en el billete que más ha crecido en el último tiempo. Le sigue muy por debajo el incremento del billete de $1.000 que avanzó 71%. Después se situó el circulante de $10.000 el cual tuvo una pequeña alza en ese período de 2,95%. En la posición contraria se situaron los billetes de $2.000 y $5.000, los cuales cayeron 43% y 0,63% respectivamente.

¿Qué está detrás de este cambio? Una de las hipótesis la entregó Alejandro Alarcón, ex gerente general de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras y académico de la Universidad de Chile, quien afirmó que “cuando el Producto Interno Bruto (PIB) crece y en particular el PIB per cápita se supone que hay más transacciones en el país. Ese sería un primer factor a considerar”. Alarcón indicó además que está “el hecho de que durante los últimos años han crecido los pagos electrónicos que actúa como un sustituto del efectivo. Hoy tenemos tarjetas de débito, crédito y pago por transferencia por internet”. Un punto a considerar para Alarcón es que “ahora se puede pagar cualquier monto por red compra, por lo que la gente ya no está prefiriendo billetes”. Hacia los próximos años, Alarcón sostiene que es probable que esta tendencia se mantenga posicionándose en mayor grado los billetes de $20.000 superando incluso a la circulación de billetes de $10.000. Otra de las hipótesis es que los bancos están prefiriendo ocupar los billetes de $10 mil y $20 mil para los cajeros automáticos por sobre los de $5 mil o $2 mil, debido a que se utiliza mejor el espacio del cajero y así cumplen con la disponibilidad mínima exigida pese a el menor número de dispensadores.

La situación actual de los cajeros. La caída en el número de máquinas es una tendencia que sigue profundizándose. En mayo la cantidad de cajeros automáticos llegó a 7.522 unidades, un retroceso de 84 dispensadores (-1,1%) respecto al mes anterior, y de 1.229 (-14%) desde enero de 2012, cuando la Superintendencia de Bancos (SBIF) comenzó a publicar las cifras. Han pasado tres años desde la crisis de los cajeros ocurrida en 2014, cuando el sector fue foco de fuertes críticas, ante el mal servicio derivado de una ola de robos a dispensadores. Hoy, el número de máquinas es incluso menor que en ese entonces, pese a que la situación es distinta. Las tasas de disponibilidad (uptime) están por sobre el 95% (88% hace tres años), y la caída de ATM no está relacionada con sus robos.

Según cifras de la Subsecretaría de Prevención del Delito, en 2011 por ejemplo los robos consumados de dispensadores fueron 249, mientras que en 2016 esta cifra retrocedió a 76 tras las nuevas medidas de seguridad que tomó la banca luego de la crisis. Así, a abril de este año los robo consumados ascendían sólo a 14.

Artículo de Alonso y M. Villena

Fuente:  Pulso

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